
Escucha la cápsula completa:
¿Esto cómo se ve reflejado? Hay un evidente trato desigual que llega a un nivel de hostigamiento hacia éstas, desconociendo que todas las personas, sin importar que, tenemos derecho a usar el espacio público.
¿Eso que significa? La sociedad juzga las personas por su vestuario, gustos musicales e incluso (aunque suene raro), hasta por como caminan. Esta perspectiva estigmatizante y llena de prejuicios se refuerza cuando las administraciones locales y la Policía promueven e implementan acciones que se limitan a perseguir y castigar a las personas usuarias de SPA porque creen que son delincuentes.
En muchas ocasiones se presentan actos de arbitrariedad policial ¿Podríamos hablar de un perfilamiento? Estos actos desembocan en malos tratos y por supuesto, violaciones a los derechos humanos.
Así mismo, la gente en Cali dice que la Policía no tiene un enfoque interseccional, diferencial o de género al momento de abordar a la ciudadanía, por ejemplo, cuando persiguen y abordan a mujeres o disidencias y diversidades sexuales; suelen tener (casi siempre), tratos machistas y despectivos.
Una sociedad que juzga…
La violencia directa viene de la Policía, pero… también hay una violencia indirecta que proviene de la sociedad, una sociedad que castiga y juzga con miradas, comentarios y repudio. Esto ha generado tensiones entre las personas que usan SPA, quienes sienten el rechazo y con ello, el miedo a habitar un espacio que también les pertenece.
Desde Justicia y Democracia no promovemos el consumo de SPA, nuestro objetivo es aportar a la creación de nuevas herramientas y discursos que contribuyan a la eliminación de la estigmatización de las personas usuarias de dichas sustancias 📣
¡Fuma el mito, prende la verdad!