¡El olvido y el negacionismo no pasarán! Manifiesto #9A

abril 9, 2025

En conmemoración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las víctimas del conflicto armado, como organización defensora de los derechos humanos, enunciamos algunas reflexiones en torno a la memoria viva como mecanismo de resistencia, pues nos encontramos en un momento donde la disputa en lo cultural y lo social resultan fundamentales. La memoria viva es aquella que nos hace otorgarle un sentido a lo que ha ocurrido y que no solo depende de las víctimas o sus familiares: está en manos del conjunto de la sociedad tener en cuenta el pasado para aprender y repensar lo que se ha hecho y a la vez, por lo que se trabaja y lucha en el presente, finalmente es la disputa por tener un lugar en el presente y el futuro.  

Hacer memoria nos debe llevar a avanzar en el logro de la de verdad, la justicia, reparación y garantías de no repetición, lo que implica un ejercicio individual y colectivo para no olvidar y hacerle frente al negacionismo. Como sociedad civil tenemos una labor importante: construir una contra narrativa que nos lleve a repensarnos, incluso, lo que sucede en el ámbito público, desde donde se han querido negar por décadas las violaciones a los derechos humanos y las infracciones al Derecho Internacional Humanitario, hechos que son sistemáticos y recurrentes en nuestro país. Negar los crímenes de Estado y todas las violencias a través de la verdad “oficial”, como aquella difundida por Gobiernos anteriores, quienes estando en el poder han aportado al conflicto armado de este país, solo refuerza la victimización y la violencia. 

Estas afirmaciones negacionistas van permeando poco a poco la sociedad hasta llegar a deshumanizarla e incluso de llegar al punto de poner en manifiesto que las víctimas han sido las culpables, como se evidenció recientemente en el caso de La Escombrera en Medellín, en donde han difundido mensajes que promueven que los restos de las personas desaparecidas y asesinadas en el marco de la Operación Orión fueron arrojados allí por sus familias.  

En este día queremos reiterar que el Proyecto de Ley por medio del cual se “establece la política de memoria y verdad para la construcción de paz y la no repetición como una política de Estado, se crea el Sistema Nacional de Verdad y Memoria y se dictan otras disposiciones”, sigue siendo una deuda histórica pendiente. Recordemos que ésta es una recomendación que surge en el marco de la firma del el Acuerdo Final de Paz y de los hallazgos contenidos en el informe de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV), reconociendo que su implementación representa una inflexión histórica y ética en la construcción de una sociedad que le apuesta a la paz. Ésta es una herramienta que no solo redefine la manera en que comprendemos nuestro pasado, sino también la manera en que proyectamos un futuro basado en garantías de justicia y no repetición. A pesar de la insistencia de las organizaciones defensoras de los derechos humanos, colectivos de víctimas en su diversidad y múltiples expresiones sociales, los avances han sido escasos, tanto en la aprobación de dicho Proyecto de Ley, como en la consolidación del Sistema Nacional de Verdad y Memoria y la puesta en marcha del Museo de la Memoria, instancias que, para cumplir con su mandato deben operar con plena independencia y autonomía para evitar cualquier forma de negacionismo. 

Hacemos un llamado a la sociedad civil en general, urge que le hagamos frente al negacionismo que se suma a las limitaciones de la libertad de expresión, porque a éste le incomoda la lucha a través del arte, el dialogar en colectivo, los murales y las denuncias públicas, todas ellas herramientas legítimas de resistencia. La memoria es más difícil de disputar para aquellas personas invisibilizadas durante décadas, esta lucha ha sido y sigue siendo desigual y ardua, pero es indispensable seguir fortaleciendo un diálogo constante como sociedad para entrar a discutir tanto los olvidos como las memorias que nos atraviesan como país y así mantener una voz colectiva y una memoria viva, vigilante, digna y resistente.  

9 DE ABRIL, DÍA NACIONAL DE LA MEMORIA Y SOLIDARIDAD CON LAS VÍCTIMAS 

Por: Paula Gaona, Coordinadora de Incidencia Política de la Corporación Justicia y Democracia 


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